A solo unos días del comienzo de la Semana Santa 2024 nuestra Agrupación sigue innovando y ampliando sus actos para dar la oportunidad a todos los portapasos y vecinos de El Algar a vivir la Pasión de Cristo en nuestra Parroquia y por las calles del pueblo.
Por último, compartimos un pequeño ágape con los miembros de la Agrupación. Cada uno aportó comida para que pudiéramos disfrutar de otro encuentro distendido para conversar sobre los eventos venideros y hermanarnos antes de la Semana Santa.
El Miserere ha congregado en la Iglesia a gran cantidad de fieles llegando a rozarse el lleno. Esta motivación de los portapasos por el Miserere sigue en la línea de la gran participación que está existiendo en los últimos actos celebrados, así como en los numerosos llamamientos de nuestro presidente Anastasio Guerrero para ultimar detalles en tronos y continuar con el frenético ritmo de la confección de túnicas.
La Iglesia lucía sus mejores galas para este evento que D. Antonio Guillén preparaba con la motivación, ilusión y alegría que le caracteriza. En este tiempo de Cuaresma nos preparamos para revivir el misterio pascual y el Miserere se convierte en un momento clave en los días previos a la Semana Santa. En la misa se recordó el porqué de este acto; Miserere significa en latín "Misericordia", destacando que en el tiempo de Cuaresma cobra especial importancia la oración con el Salmo 50 de la Biblia, conocido tradicionalmente, por su inicio, como el Miserere. Se trata del más conocido de los siete salmos penitenciales. Su composición expresa la actitud del Rey David, que reconoce con dolor sus pecados y pide la misericordia divina para obtener la rehabilitación. Una vez recibido el perdón, podrá volver a alabar a Dios.
Inicio del Salmo 50:
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
4lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Concluida la misa, nuestro cura dio comienzo a la pequeña procesión que teníamos prevista por las calles de pueblo. Ropa negra, guantes y la medalla de nuestros tronos para procesionar por el pueblo con el redoble de la banda de tambores y los hachotes. En silencio y con luz tenue recorrimos las calles Martín Solano, Castelar, Isla de Campoamor, Mercurio y Piñero hasta la Iglesia. Una vez allí, se realizó la bendición del Romero y se dio por finalizada la procesión.
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